poemas de amor

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Epílogo.

Clara también se fue del barrio, a vivir de nuevo con su madre. A menudo la recuerdo como la vi por última vez, alejándose bajo la tormenta, y pienso en sus palabras, vacías de rabia y de rencor. Pienso que ya ha pasado tiempo suficiente desde entonces. Ha tenido tiempo de pensar en lo que hice y darse cuenta de que tenía razón, y de que no podía actuar de otra manera. Lo sabe, claro que lo sabe. Ya lo sabía, incluso mientras me lo pedía...
Por tanto, la espero. La espero todas las tardes aquí, escuchando música y leyendo y releyendo el informe que hace siglos yo mismo hice sobre ella.
Y cada vez que se oyen pasos en el jardín, levanto la cabeza y miro con esperanza hacia la puerta. Porque sé que volverá, y que el rumor de sus pasos será el anuncio de su llegada.
Una tarde de lluvia pasando la horas sentada en un banco sin importarme las gotas de agua que caían sobre mi cabello me puse a pensar. Que la historia se repite siempre, lo conoces y piensas que te enamoras pasado el tiempo conoces a otro y así como una mariposa que va de flor en flor. Realmente no sabes cuando la mariposa se va a quedar en una flor para siempre  y eso mismo te pasa a ti. Y cuando sabes que es la flor definitiva? Quien sabe! Asique eso se repite una y otra vez hasta que decides no ir con más flores y esperar a que ella venga a ti. Esperas, pero la espera se te hace demasiado larga entonces decides buscar tu una flor esta vez que sea perfecta, que no tenga ningún fallo así piensas que nunca encontraras otra mejor, pero te acabarás dando cuenta de que por muy perfecta que sea eso no querrerá decir que será la definitiva. Sacarás la conclusión de que es mejor esperar, y si, es la mejor opción que puedes tomar .Y allí estaba yo, esperando en un banco bajo la lluvia.

Tiempo.Silencio.Frío.


Un movimiento armónico bajo un chasquido aleatorio, permanente. Una idea envuelta en cáscaras de palo. Un desarrollo sin noción del tiempo. Una imagen conferida a base de intentos.


Quizás arriesgar es más fácil.

Si, cuesta admitirlo, pero es cierto. A veces nos negamos a cosas tan solo por miedo o inseguridad. Alguna vez habrá que arriesgar, pero quien se atreve?
Tan sólo inseguridad es lo que te lleva a dar conclusiones no ciertas, piensas sobre ello hasta que actúas sin más, despues te arrepientes por no hacer lo correcto y saber que si lo hubieras hecho o dicho todo se acabaría antes y pasaría lo que tubiera que pasar. Por otro lado está el miedo, que por culpa de él todo se recuelve, despues tendrás que pensar en como hacer para que todo salga bien... con lo fácil que habría sido a la primera.
Y si no te atreves ni a la primera, ni a la segunda ni nunca?
Cierra lo ojos y ponte a pensar.
Duerme y sólo limítate a soñar.